No podía tener un hijo, pero ocurrió un milagro milagro para el embarazo lisa olson

 Te digo que mi marido está loco. Quiere un tercer hijo cuando nuestro bebé no tiene ni 3 meses. No estoy de acuerdo porque te cuento nuestra historia durante más de 8 años fue imposible quedar embarazada en el 2017 hicimos un embarazo por FIV muy difícil nuestro timeo nació a los 28 años pero lamentablemente murió 6 días después nos quedamos a dos metros de profundidad 3 meses después de su partida gran suprimida me milagro para el embarazo lisa olson de forma natural mientras que para los médicos era imposible el embarazo que fue bastante bien salvo unas pequeñas molestias y un parto níquel porque cesárea nuestro bebé milagro tendrá 3 meses. Fue bastante complicado para mí aceptar este nuevo embarazo porque solo quería un hijo pero lamentablemente me lo quitaron brutalmente di a luz el 4 de octubre de 2017 él murió el 9 de octubre de 2017 y el bebé de milagro nació el 17 de octubre de 2018 así que todo va muy rápido pero él quiere un tercer hijo siente la necesidad pero tengo miedo de que si le digo que no se bracee porque no me siento preparada para nada.

No podía tener un hijo, pero ocurrió un milagro

Tras siete años sin anticonceptivos y el anuncio de su infertilidad, Réjane Éreau supo que nunca sería madre. Pero un viaje al Himalaya y un encuentro con un médico tibetano lo cambiaron todo.

En Francia, aproximadamente una de cada ocho parejas heterosexuales consulta al médico por la infertilidad. Tras dos años de intentar tenermilagro para el embarazo lisa olson, el 10% de las parejas francesas siguen siendo infértiles. La edad de la mujer, los quistes ováricos, la endometriosis, las anomalías espermáticas, el bloqueo psicológico, el estilo de vida y los hábitos de consumo... Hay muchas causas de infertilidad tanto en las mujeres como en los hombres. Y en un 10 a 25% de los casos, la infertilidad no es atribuible a un defecto específico de uno de los dos miembros de la pareja.

Para los padres, Réjane Éreau, periodista y autora de ¡Un bebé, por fin! cuenta el milagro que experimentó durante un viaje al Himalaya y el encuentro con un médico tibetano, tras siete años de intentar tener un hijo y la confirmación de su infertilidad.

Infertilidad: el papel del reloj biológico

Réjane Éreau: Mi vida profesional fue un éxito: como responsable de marketing y luego como periodista, avancé como quería. Para mis amigos, "milagro para el embarazo lisa olson" siempre ha rimado con rebeldía y libertad. Siempre he decidido todo. Un día, a los 30 años, a la vuelta de un año de gira por el mundo con mi marido, declaré que tenía una "ventana": estaba disponible, tenía la edad suficiente, así que era el momento de tener un hijo.

Infertilidad: ¿y si pruebas el yoga para la fertilidad?

Tras siete años de espera, mi marido y yo fuimos a ver a un especialista. El veredicto estaba dado: era infértil. Y dada mi edad y mi índice de reserva ovárica, el médico nos aconsejó que no intentáramos nada, que no creyéramos en la donación de óvulos. No me sentí desolado por este anuncio, sino decepcionado, pero más bien aliviado porque la ciencia había hablado. Me dio la razón de esta larga espera. No me convertiría en madre.

En siete años, ya había cedido un poco y esta vez, podría cerrar definitivamente el expediente. Excepto que ocho meses después milagro para el embarazo lisa olson. Fue entonces cuando quise entender lo que había pasado. ¿Un milagro? Tal vez no.

Medicina ayurvédica para liberarse del estrés

Réjane Éreau: Entre el anuncio de mi esterilidad y el descubrimiento de mi embarazo ya había cambiado las cosas. Era inconsciente, pero la medicina ayurvédica había iniciado el proceso. Justo antes de ir a ver al especialista, había ido a Kerala por un informe y mi marido y yo aprovechamos para pasar unos días en una clínica ayurvédica.

Allí conocimos a Sambhu, un médico. Nosotros, los típicos occidentales (dolor de cabeza para la señora, dolor de espalda para el caballero), éramos la encarnación de dos grandes tensiones... Mi marido, probablemente más seguro de sí mismo, le dijo al médico que llevábamos siete años sin usar protección, pero que yo no me quedaba embarazada. Me enfureció que lo mencionara. El médico no cambió nada del proceso ayurvédico previsto, pero mantuvimos conversaciones sobre la vida y destiló las cosas en un diálogo: "Si quieres un hijo, hazle un hueco", me dijo.

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Tratamientos de infertilidad: ¿qué avances?

En ese momento, pensé: "¿En qué se está metiendo? Pero tenía razón. También me aseguró que si seguía así, por la vía rápida en mi vida profesional, mi cuerpo ya no aguantaría el ritmo: "Tómate tiempo para ti", insistió. Sambhu nos envió a Amma, la carismática "abrazadora" que ya ha abrazado a más de 26 millones de personas.

Fui hacia atrás, no con el deseo de ser abrazado sino con la curiosidad de un periodista. Su abrazo, por cierto, no me abrumó, pero vi la devoción de la gente por esta capacidad de presencia permanente. En ese momento comprendí lo que era el poder maternal. Estos descubrimientos despertaron suficientes cosas en mí que, a mi regreso, decidí ir a ver a un especialista.

La proximidad de la muerte y la urgencia de dar vida

Réjane Éreau: Me pasé a 4/5 para tener un trabajo más cercano a mis aspiraciones, seguí haciendo masajes, trabajé con un amigo en documentales. Estas cosas me alimentaron. Puse ladrillos para dar un paso adelante: básicamente, me puse en marcha.

El verano siguiente, mi marido y yo volvimos al Himalaya y conocí a un médico tibetano que me habló de mi desequilibrio energético. "En tu cuerpo hace frío, no es acogedor para un niño. Esta imagen me habló mucho más claramente que un nivel de hormonas. Su consejo fue: "Te falta fuego: come comida caliente y picante, come carne, haz deporte. Comprendí por qué también Sambhu me había dado de comer mantequilla clarificada unos meses antes: me hacía las entrañas más suaves, más redondas.

Estimulación ovárica: ¿una ayuda para quedarse embarazada?

El día que conocí al médico tibetano, una enorme tormenta destruyó la mitad del pueblo en el que estábamos. Murieron cientos de personas. Y esa noche, en la proximidad de la muerte, comprendí la urgencia de la vida.

La segunda noche de la tormenta, mientras estábamos acurrucados en una cama individual, un gatito se acercó y se acurrucó entre mi marido y yo como pidiendo protección. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba preparado para cuidar y que había un lugar entre nosotros para otra persona.

Comprendí que estaba preparada para cuidar de mí misma.

De vuelta a Francia, la nueva dirección de mi revista quería que despidiera a alguien del equipo de redacción y me despedí a mí mismo: necesitaba seguir adelante. Y unas semanas después, mi hijo se anunció.

El viaje que empecé antes de milagro para el embarazo lisa olson continuó. Me sentí muy angustiada cuando nació mi hijo porque mi padre se estaba muriendo y el esquema de mi vida laboral era complicado. Estaba frustrado, enfadado. Me preguntaba qué tenía que cambiar para afrontar esta vida. Y entonces me encontré sola en el piso de mi padre vaciando sus cosas y me derrumbé: lloré y me convertí en un fantasma. Miré a mi alrededor y ya nada tenía sentido.

La tristeza del bebé y la depresión posparto: ¿cuál es la diferencia?

Ya no estaba allí. Un amigo entrenador me dijo: "Un chamán diría que has perdido una parte de tu alma". Escuché lo que decía y me regalé un fin de semana de iniciación chamánica, mi primer fin de semana de libertad desde que nació mi hijo. Cuando empezamos a tocar el tambor, me encontré mentalmente en casa. Y me dio el recurso para volver a conectar con mi alegría. Yo estaba allí, en mi fuerza.

Ahora que estoy anclada en mi cuerpo, lo cuido, le pongo alegría, redondez y suavidad. Ser más mujer no me hace menos persona, al contrario. "¡Considera que la mujer que eras está muerta y ha renacido! Esta frase es la que me ha permitido avanzar. Durante mucho tiempo creí que el poder era el dominio. Pero la delicadeza también es poder: tomar la decisión de estar ahí para los tuyos también es una elección.